domingo, 16 de octubre de 2022

Vamos al teatro (1ºBACH.): "EL BURLADOR DE SEVILLA", atribuida a TIRSO DE MOLINA


                                 Las tres mujeres burladas por don Juan Tenorio


                                                  Don Juan, postrado ante su padre



Tráiler

Resumen de la obra

El burlador de Sevilla: resumen
Imagen: DiarioInca

El Burlador de Sevilla es una obra de teatro que es atribuida a Tirso de Molina y en la que se habla, por vez primera, del mito del personaje de Don Juan. Hoy en día, esta es una de las obras de teatro más clásicas en la literatura española y Don Juan ha conseguido convertirse en un personaje universal que, incluso, generado la creación de una palabra nueva en el léxico español: "donjuán".




Xabier Albertí, director de la obra, nos presenta su versión de El Burlador de Sevilla...

El mito de Don Juan ha generado, desde que naciera en la España de principios del siglo XVII hasta nuestros días, más de dos millares de reescrituras, revisiones, aproximaciones, parodias, sátiras y un largo etcétera de creaciones artísticas de toda condición.

Todo ello lo ha convertido en una de las aportaciones más singulares, junto con Don Quijote, de la cultura española a la cultura occidental.

La sexualidad humana en sus dimensiones éticas, morales, teológicas o jurídicas ha sido una constante puerta de cuestionamientos que la creación artística ha sabido priorizar.

La dimensión del personaje ha ido evolucionando a medida que nuestra sociedad iba derribando fronteras morales que limitaban la consideración del cuerpo humano como herramienta de construcción de libertades. Así, los creadores escénicos que se han acercado al Burlador han tenido que leerlo desde claves religiosas, económicas, ideológicas, feministas o legalistas para acercarlo a las sensibilidades mutables de la sociedad.

Hoy, Don Juan quizá pueda volver a ser un libertino conocedor de que nuestra época necesita seguir evolucionando en las tensiones de sus costuras morales.


Este Burlador habla del deseo y de cómo este ha sido reprimido durante siglos.


Los tres espacios temporales que se confrontan en El burlador de Sevilla son el siglo XVII, cuando se escribe; el XIV, en el que se sitúa; y el XXI, en el que lo recibimos. El siglo XIV de El Burlador, lleno de anacronismos, es un mecanismo para hablar de una época en crisis donde los modelos medievales se tambalean hasta dejar paso a una modernidad cada vez más cercana. El burlador de Sevilla nos habla de la necesidad de regeneración profunda de una sociedad, tanto la del XVII que vio nacer este Burlador como esta en la que lo recibimos.

La obra contiene una mirada sobre la violencia ejercida hacia una sociedad que se siente en un proceso de degradación y, más concretamente, sobre una violencia ejercida sobre el cuerpo de las mujeres.

Resulta paradójico que la forma de suicidio que escoge Don Juan sea una que causa tanto dolor. Parece evidente que la dramaturgia del XVII buscaba poner de frente esa violencia contra la brutal mercantilización de la virginidad como motor económico para preservar los intereses del poder.

El burlador es alguien que sabe que tiene que destruir unas mecánicas sociales que se muestran terriblemente agresivas sobre la libertad sexual del cuerpo femenino. Este Burlador habla del deseo y de cómo este ha sido reprimido durante siglos.

El Don Juan de El burlador de Sevilla es el preludio de otras energías que nos enfrentan con la rigidez de nuestros principios morales, como el Marqués de Sade, Casanova, Pasolini, Pedro Lemebel desnudo a caballo frente a la dictadura de Pinochet, Ocaña en las Ramblas de Barcelona o incluso actualmente las personas transgénero, que siguen sufriendo agresiones por los desafíos que nos plantean.

Xavier Albertí


Vamos al teatro (2º BACH.): "LA CABEZA DEL DRAGÓN", de Ramón Mª del Valle-Inclán


 


pdf de "La cabeza del dragón", de Valle-Inclán

    Por si queréis leer el texto de Valle, ahora que habéis visto la versión escénica de Lucía Miranda...

Sinopsis de 'La cabeza del dragón'

El María Guerrero convertido en un tablado de marionetas gigante para educación de príncipes, donde los príncipes somos nosotros, el público. Un grupo de actrices y actores menores de treinta y un autor de repertorio canónico, convocados a un duelo de los que le gustaban al autor.

La cabeza del dragón es la historia de un joven (de tantos…) que se rebela ante el designio heredado y comienza un viaje para encontrarse a sí mismo, la lucha perpetua entre la juventud y la imposición de lo establecido, de la autoridad. Y hay amistad, y hay un bar, y un amor imposible, y un cara a cara con la muerte.



La cabeza del dragón
Foto de Bárbara Sánchez Palomero

¿Qué hacemos con el Dragón?

La cabeza del dragón es un sencillo cuento de hadas, que como todos los cuentos, esconde en su interior un gran tesoro. Relata las aventuras del Príncipe Verdemar que, expulsado de su reino, se embarca con la ayuda del Duende en la aventura de rescatar a la Infantina de las garras del Dragón. Estrenada en 1909, formó parte del proyecto de Jacinto Benavente “Teatro de los niños”, al que Valle-Inclán se sumó con vocación reformadora.

El príncipe Verdemar y la Infantina son la nueva generación que se enfrenta a un mundo construido por sus ancestros, lleno de leyes arbitrarias, que los condenan al destierro y a la muerte. Ellos están expuestos a ese mundo hostil. Matar al Dragón, como símbolo de la tradición, es su única salvación.

Lucía Miranda propone, sobre este argumento convencional, una reflexión metateatral. Valle-Inclán es tradición. Valle-Inclán es, por tanto, el Dragón. Es turno de las nuevas generaciones decidir la forma en que se relacionan con él. ¿Convertirlo en íntocable ídolo de oro al que venerar? ¿Destruirlo, decapitarlo y arrancarle la lengua? ¿Integrarlo y revitalizarlo?

CDN
Foto de Bárbara Sánchez Palomero

Aires de carnaval

Es en el aspecto escénico donde el montaje sobresale. La escenografía (Alessio Meloni) y el diseño de vestuario (Anna Tusell) logran una atmósfera mágica y sorprendente, con un punto glam, muy divertido y gamberro. La música (Nacho Bilbao) tiene un gran protagonismo. El repertorio es muy amplio y diverso. Podemos disfrutar de algunas excelentes voces, especialmente la de la sevillana Carmen Escudero, que interpreta al Duende, o Carlos González, como el antagonista Espandián.

Las canciones irrumpen en el texto para romper la cuarta pared y apelar en muchas ocasiones al mundo real. Con un tono cercano a la chirigota, se abordan con humor, las cuestiones de género e identidad, la corrupción, los problemas sociales y la política.

La cabeza del dragón
Foto de Bárbara Sánchez Palomero

Conclusión

Lucía Miranda nos ofrece una personalísima, musical y colorida versión de La cabeza del dragón, la farsa infantil de Valle-Inclán, con regusto a chirigota y carnaval y un punto gamberro y cabaretero. Su puesta en escena, visualmente deslumbrante, nos traslada al mundo de los cuentos de hadas. El teatro entero se convierte en un gran espacio de juego, donde tienen también especial protagonismo las cuestiones sociales y políticas de la agenda actual. Una obra divertida y disfrutona para espectadores con espíritu abierto y festivo.

Una vez hayáis visto la obra, espero vuestros comentarios en esta entrada del blog: ¿qué os ha parecido la función?,¿tiene actualidad el tema que trata?, ¿qué aspectos destacaríais: interpretación, escenografía, iluminación, música, vestuario...?


pdf de "La cabeza del dragón", de Valle-Inclán

    Por si queréis leer el texto de Valle, ahora que habéis visto la versión escénica de Lucía Miranda...

Querid@s alumn@s:

    Leyendo algunos de vuestros comentarios os diría, por un lado, que no hay que confundir el texto teatral de Valle-Inclán con la representación escénica, la versión que lleva a cabo la directora, Lucía Miranda, la cual enriquece el texto con unas intervenciones musicales de gran calidad, una colorista escenografía, un llamativo vestuario, unos actores de una gran diversidad, etc... Se espera, por esto último, un espectador de espíritu abierto y tolerante con la diversidad de género.  

    Por otro lado, convertir un texto teatral en texto escénico, sobre todo si se trata de una obra clásica, requiere de actualización y de una conexión con el espectador actual, con lo cual no nos deben chocar las referencias al momento actual (por ejemplo, el estupendo tema cantado por el actor que hace de bufón, acompañándose de un ukelele...)
     También debemos tener en cuenta que "La cabeza del dragón", en apariencia un sencillo cuento de niños y niñas, esconde una profunda crítica de Valle a los poderosos, a la monarquía, a los maltratadores de mujeres, así como una reflexión sobre la validez de ciertas tradiciones. Esta segunda lectura no es accesible al público infantil, pero sí al adulto.  La directora  de esta obra, en un proceso de buscar analogías contemporáneas, introduce canciones con textos que refuerzan esa crítica que hizo Valle y que hoy es completamente actual. Como os he dicho muchas veces en clase, la España actual es heredera de la España del 98, de ahí que, aunque hayamos mejorado muchísimo, la crítica de nuestro dramaturgo es plenamente actual e incluso universal; esa es parte de la genialidad de Valle.
    Un aspecto más que os quería comentar es que la obra que habéis visto es una farsa (obra cómica corta donde la realidad se deforma). Esta farsa y otras del autor (por ejemplo, la "Farsa y licencia de una reina castiza", crítica despiadada dedicada a Isabel II) introducen de alguna manera lo que será el gran logro de Valle-Inclán: el esperpento. Ya en las farsas vemos esos elementos esperpénticos, deformadores y ridículos, que  precisamente el vestuario ilustra y refuerza. Por tanto, creo que el vestuario es perfecto en este sentido. 
    Bueno, no me quiero alargar; en clase comentaremos otras cuestiones: por qué en el espectáculo se sustituye la espada de diamantes por el libro o por qué se rompe esa cuarta pared que separa el escenario del patio de butacas. A alguno o a alguna seguro que ya se le está ocurriendo la respuesta... Me contáis a la vuelta del puente.

Os comparto, por si os interesa, algunos enlaces para que leáis las reseñas que han hecho diferentes medios informativos sobre esta función:

Gracias por vuestras reseñas; son estupendas. ¡¡¡Sois unos craks!!!