martes, 10 de septiembre de 2024

EL ÁRBOL DE LA CIENCIA de PÍO BAROJA ( lectura de 2ºBach. 1ªEV.)



        El árbol de la ciencia (1911), obra escrita por Pío Baroja, pertenece a la trilogía de “La raza”. Es la novela noventayochista que mejor expresa la crisis existencial del tránsito del XIX al XX.​ Se considera una obra de carácter autobiográfico (Andrés Hurtado, su protagonista, es el Baroja joven; su tío Iturrioz, el Baroja maduro; la vida del estudiante de Medicina la comparten el protagonista de la novela y Pío Baroja; la lectura de filósofos como Kant, Schopenhauer o Nietzsche, etc.) Está dividida en dos partes (I-III y V-VII), separadas por una larga conversación filosófica entre el protagonista Andrés Hurtado, estudiante de medicina y su tío, el doctor Iturrioz. En la primera parte se narra la vida de estudiante de medicina de Andrés Hurtado. A través de su familia, profesores, condiscípulos y amistades diversas, Baroja traza una despiadada radiografía del Madrid de finales del siglo XIX. En la segunda cuenta la estancia de Hurtado como médico en Alcolea, aprovechada para mostrar la penosa situación del campesinado (caciquismo, ignorancia, desidia, resignación), el retorno a Madrid (donde trabaja como médico de higiene. Baroja hace énfasis en la situación de prostitución de Madrid del siglo XIX).
       El autor,  Pío Baroja, manifestaba en sus memorias sobre este libro: 
«El árbol de la ciencia es, entre las novelas de carácter filosófico, la mejor que yo he escrito. Probablemente es el libro más acabado y completo de todos los míos».

En cuanto al origen del título, en una conversación entre Andrés Hurtado y su tío Iturrioz, este comenta que en el jardín del Edén, cuando Dios crea a Adán y a Eva, había dos árboles muy importantes: el árbol de la vida y el árbol de la ciencia. Dios prohíbe a Adán el fruto del último. Según Andrés, la ciencia es básica y fundamental para el desarrollo humano, pero su tío cree que la verdad es mala para la vida, por lo tanto la vida es peor cuanto más se sabe. Iturrioz le dice que el hombre que come del árbol de la ciencia puede llegar a sentirse como un dios y le esto le puede llevar a la propia destrucción. Su tío le explica que para conocer la vida, la ciencia puede ser más un problema que una ayuda y que es mejor que viva la vida y que no espere nada de la ciencia.
       ¿Con cuál de las dos posturas estáis de acuerdo vosotros? ¿Con la de Andrés o con la de Iturrioz?¿O quizá es más sensato adoptar una postura intermedia?

RECURSOS:
          
Las ideas de Schopenhauer en la base de El árbol de la ciencia: la voluntad de vivir causa, paradójicamente, la angustia vital...


Para el que quiera llegar al fondo de las cuestiones filosóficas tratadas en el libro, aquí tiene este enlace:      



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