jueves, 8 de mayo de 2025

Vamos a ver "Los dos hidalgos de Verona" de Shakespeare (1ª Bach.)

 

Si Shakespeare es uno de los constructores del alma humana moderna, como afirma Harold Bloom, en Los dos hidalgos de Verona empezará a desarrollar muchos de los elementos que van a definir esa concepción del ser humano.



Los dos hidalgos de Verona es una de las primeras comedias en las que afina las tensiones entre amistad y amor, tensiones que ocupaban un espacio no menor en la literatura de fines del Renacimiento. La amistad entendida como una forma de amor sin sexo estaba siendo tratada desde muchas perspectivas y enaltecida como una forma de alto compromiso sentimental opuesta a las relaciones amorosas.

Escrita poco tiempo antes que Romeo y Julieta (entre 1590 y 1594), comparte con ésta numerosos puntos de vista y de tensión dramática. Encontramos también en ella una de las creaciones más emblemáticas del personaje del criado cómico, que va a generar un modelo que alimentará posteriormente tanto el teatro del Bardo como el de sus seguidores. Presenta temas que exploraría con mayor profundidad en sus textos posteriores, como la amistad, el amor, la traición y el perdón. Además, tiene como curiosidad la introducción del primer sirviente bufonesco, Launce, y su perro Crab, uno de los primeros animales en escena en el teatro isabelino.


Su historia tiene como protagonistas a Valentín y Proteo, dos jóvenes amigos de Verona. Valentín viaja a la corte de Milán en busca de nuevas oportunidades, mientras que Proteo permanece en Verona, ya que está prometido con Julia. Sin embargo, cuando Proteo se reúne con Valentín en Milán se enamora de Silvia, la hija del duque, a pesar de su compromiso con Julia. Para conseguir el amor de Silvia, Proteo traiciona a Valentín revelando sus planes para huir con ella. Como resultado, Valentín es desterrado y se une a un grupo de bandidos en el bosque.

Por otro lado, Julia, disfrazada de hombre, sigue a Proteo y presencia su infidelidad. Más adelante, Proteo intenta forzar a Silvia a amarlo, pero Valentín interviene y lo detiene. Finalmente, Proteo se arrepiente de su comportamiento y es perdonado. Julia revela su identidad y se reconcilia con Proteo, al tiempo que Valentín y Silvia pueden permanecer juntos.


DESPUÉS DE VER LA FUNCIÓN.....                                                                      

    Una vez hayáis visto la obra, debéis escribir vuestros comentarios en esta entrada del blog. Poned vuestro nombre, las iniciales de vuestros apellidos y el grupo en el que estáis. Tenéis este posible guion para las respuestas:

1. ¿Qué os ha parecido la función?
2. ¿Tiene actualidad el tema que trata? ¿Podrías establecer analogías entre las situaciones que refleja la obra y la actualidad?
3. ¿Qué aspectos destacaríais de la obra: interpretación, escenografía, iluminación, música, vestuario...? Analiza lo que más te haya llamado la atención de todos estos elementos fundamentales de la representación teatral.

El plazo para enviar la reseña termina el 11 de mayo a las 23,59 h.

En función de la calidad del comentario, la notas irán de 0,2 a 0,5 p. (porcentaje que se sumará a la nota de Lite universal o Lengua castellana y Literatura en la 3ª evaluación).

Por supuesto, no vale copiarse de las opiniones de los compañer@s.

Espero que disfrutéis de esta actividad voluntaria.


31 comentarios:

  1. Macarena Martinez -1ºC

    RESEÑA TEATRAL-los dos hidalgos de verona (en el teatro de la comedia)

    Ayer , dia 8 de Mayo , fui al Teatro de la Comedia a ver la obra Los dos hidalgos de Verona, dirigida por Declan Donnellan, y tengo que decir que fue una experiencia increíble. La puesta en escena me pareció súper ágil y llena de energía. Desde el principio, el ritmo fue tan constante que ni te dabas cuenta de cómo pasaba el tiempo. Los actores lograron transmitir muy bien la historia y sus emociones. Sin duda, lo que más me sorprendió fue la conexión que tenían entre ellos; se notaba que habían trabajado mucho en equipo.

    Lo que me pareció más interesante es cómo una obra escrita hace tanto tiempo todavía puede resultar tan actual. Al final, el tema de la amistad puesta a prueba por el amor sigue siendo algo que vivimos hoy en día. Creo que todos hemos estado en alguna situación en la que tenemos que elegir entre nuestros amigos y alguien que nos gusta. Además, la forma en la que se explora el amor entre amigos, casi como un compromiso sentimental profundo, me hizo pensar en cómo hoy en día también damos valor a las amistades intensas y cercanas.

    En cuanto a la interpretación, me encantaron especialmente Irene Serrano como Julia y Rebeca Matellán como Silvia. Sus personajes son tan distintos pero ambos transmiten una fuerza que te engancha. También quiero destacar a Goizalde Núñez en el papel del criado y sobre todo en la escena del perro; fue el toque cómico perfecto. La escenografía y el vestuario me parecieron minimalistas, pero muy acertados. Los trajes modernos le dieron un toque cercano a la obra y el escenario cambiaba de forma súper fluida entre escenas.

    La iluminación también jugó un papel importante. Me gustó cómo usaron luces cálidas en los momentos más íntimos, haciendo que las emociones resaltaran mucho más. La música también estuvo genial porque acompañaba los momentos clave sin hacerse pesada. Además, el movimiento en escena estuvo muy trabajado; los actores se movían de una manera tan coordinada que daba gusto verlos.

    En definitiva, creo que esta obra demuestra que Shakespeare sigue siendo actual si se sabe interpretar de la forma correcta. Todo el montaje está súper bien hecho, y al final sales pensando en lo complejas que pueden ser las relaciones humanas. Si tienes la oportunidad de ir a verla, te la recomiendo totalmente.

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  2. Laura V.G. - 1º Bachillerato A

    Este último jueves 8 de mayo, fuimos a ver la obra "Los dos Hidalgos de Verona" de William Shakespeare, al Teatro de la Comedia, una obra muy divertida y entretenida, que se hace muy amena y sin duda volvería a verla.

    Hubo escenas que me gustaron mucho, como por ejemplo cuando la actriz Goizalde Núñez, en su papel de la criada de Proteo, nos ponía en contexto de vez en cuando sobre lo que iba pasando durante la obra pero de forma cómica. Esto me pareció también muy útil por si alguna parte de la obra no estás entendiendo bien debido a la cantidad de personajes, o el lenguaje, pues esto puede ayudar mucho. En general, los monólogos que hizo Goizalde en este tipo de escenas me parecieron muy graciosos y que conseguía que todo el mundo se riera. Aquí también se refleja la gran capacidad que tiene para provocar las risas gracias también a su forma de actuar que es increíble.

    Hablando ahora de la interpretación en general de los personajes, fue asombrosa. Recuerdo mientras estaba viendo la obra pensar en que parecía que estuviera viendo esa misma escena un día cualquiera por la calle. Su naturalidad, sus expresiones, sus gracias, la capacidad para poder transmitirnos lo que sus personajes sentían en cada momento, la expresividad, sus emociones, me pareció, sinceramente, espectacular. Si tuviera que quedarme con algun actor, la verdad no sabría decir con cuál, creo que el papel de cada uno era muy diferente y todos ellos interpretaron muy bien el suyo, o los suyos en algunos casos, y todos me impresionaron para bien, es un gusto verles actuar.
    En cuanto a la escenografía, también es de admirar que con lo único que contaban, que era con el tablón grande de madera, consiguieron que se entendiera perfectamente cada escenario en el que se estaba desarrollando la acción, por ejemplo cuando estaba Silvia en la torre hablando con Proteo, pues estaba subida por detrás en el tablón. Se entendía muy bien. También se usó un proyector para poner imágenes para ponernos más en la situación y en la escena que estaba teniendo lugar, o escribían con letras el lugar en donde estaban.
    La iluminación también ayudó a meternos más en la historia, menos luz cuando era de noche o en momentos mas tristes o íntimos, o focos verdes, por ejemplo, cuando se encontraban en el bosque, etcétera.
    Hablando de la música, es verdad que no creo que fuera una obra caracterizada por la música, ya que no había mucha, pero la que había sabían muy bien cuándo usarla y cómo. También había música de fondo muy baja por ejemplo cuando Proteo decía algo sobre el amor o hacía alguna reflexión, lo que personalmente, creo que nos ayuda a los espectadores a sentir y que nos llegue más las palabras que están diciendo. Siguiendo con la música, me encantó la parte de la canción que hacen Proteo y Thurio a Silvia, sin duda una de las partes que más me gustaron de la obra, una escena súper graciosa.
    Y por último hablando de los vestuarios, eran prendas modernas y lo que más me llamó la atención fue la cantidad de atuendos que vestía cada personaje, ya que una misma persona interpretaba a la vez varios papeles. A veces incluso no entendía cómo de un momento a otro podían cambiarse de vestimenta tan rápido y me parecía que cada traje cuadraba muy bien con cada escena y según en el momento en el que estuvieran de la obra. Por ejemplo, la chaqueta azul brillante y los pantalones de cuero de Proteo para el concierto a Silvia, o los trajes de los personajes en momentos mas serios, como hablando con el duque, etcétera.

    .... (continúa)

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    1. ... (continuación)

      En cuanto a la obra y el tema que trata, si que pienso que se pueda dar en la actualidad, ya que son parejas que se enamoran y luego el hombre conoce a otra chica y se termina enamorando de ella hasta que vuelve a ver a su primer amor y se da cuenta de que la ama y terminan juntos finalmente. Un tema que en la actualidad sí que existen casos como estos.

      Finamente quería concluir esta reseña diciendo que es una obra que recomiendo muchísimo ver. Tiene mucho mérito todo lo que han hecho. Los actores y actrices son espectaculares, actúan de maravilla, transmiten un montón y tienen una facilidad asombrosa para hacernos reír y disfrutar, increíble trabajo por su parte. Además, han sabido cómo interpretar la obra en cada momento y me parece que es una obra de teatro que merece mucho la pena ir a ver. La disfruté un montón!

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  3. Felisa C. M. - 1ro Bachillerato C

    Este jueves mis compañeros y yo asistimos a la representación de Los dos hidalgos de Verona, de William Shakespeare, en el teatro de la comedia. Esta función fue representada por los miembros de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y dirigida por Declan Donellan.
    Nunca había visto representada esta obra y la verdad es que me ha parecido increíble. Al principio no entendía muy bien hacia dónde iba la trama, pero rápidamente comenzó la acción y desde ahí todo resultó muy dinámico. La trama me ha parecido muy divertida y bastante fácil de seguir ya que había pocos personajes principales y tampoco muchos personajes secundarios.
    Yo creo que es un tema que sigue siendo de actualidad tantos años después. No solo el tema de la lealtad y la fidelidad sigue siendo un tema polémico hoy en día, sino que el texto y la puesta en escena están modernizados para que el tema se acerque aún más al espectador.
    Me ha parecido muy curioso que la puesta en escena fuera bastante minimalista, ya que era más bien teatro de la palabra, y también me ha parecido muy acertada la decisión de modernizar el vestuario.
    En cuanto a la interpretación, en mi opinión todos los actores estuvieron increíbles, pero sobre todo me he fijado en las maravillosas interpretaciones de Alfredo Noval, Irene Serrano y Goizalde Núñez. Alfredo Noval, que interpreta a Proteo, hizo un increíble trabajo y, en mi opinión, le iba perfectamente su personaje, Irene Serrano, que interpreta a Julia, fue la primera que destacó para mí, me encantó su manera de decir el texto y su habilidad para transmitir emociones, por último, en mi opinión Goizalde Núñez, que interpreta a varios personajes, entre ellas Lucetta y el criado, se llevó todos los aplausos y muy merecidamente. En especial me pareció muy cómico su monólogo en el que rompe la cuarta pared y comenta que no hay presupuesto para un perro de verdad.
    En conclusión, me ha encantado la obra y me ha parecido una buenísima representación.

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  4. Marina Gómez Pérez 1bachillerato C.
    El pasado jueves 8 de mayo, asistimos a la obra teatral “Los dos hidalgos de Verona”,
    dirigida por Declan Donnellan y que tuvo lugar en el Teatro de la Comedia. Esta obra, que
    relata las aventuras y desventuras amorosas de dos parejas de amigos, me ha resultado
    muy cautivadora, ya que tiene una trama fácil de seguir, y además es muy divertida, por lo
    que te mantiene atento todo el tiempo. Me resultó muy entretenida y cómica, sobre todo
    gracias a la brillante actuación de algunos de los actores.
    La puesta en escena de “Los dos hidalgos de Verona” ofrece una interpretación renovada
    de una de las obras menos representadas de William Shakespeare.
    El aspecto que destacaría de la función fue la interpretación de los actores en general. El
    elenco de actores me pareció maravilloso, actuaban todos fenomenal. Los movimientos y
    expresiones corporales fueron fundamentales para la comprensión y el desarrollo de la
    obra, ya que tenía una escenografía minimalista que consistía en un muro en el que se iban
    proyectando imágenes. De esta manera, los actores debían esforzarse para que el público
    entendiese el lugar donde estaban en cada momento y realmente lo lograron.
    También cabe destacar el vestuario que no era muy elaborado, pero desde mi punto de
    vista sí interesante. Me gustó mucho que cada pareja tenía un color establecido. Al
    comienzo, Julia, interpretada por Irene Serrano, llevaba un vestido rojo y Proteo (Alfredo
    Noval) su amante, una corbata del mismo color, esto representa la unión simbólica entre los
    dos, sugiriendo que están conectados emocionalmente y que hay un lazo invisible que los
    une. El color rojo aparte de amor y pasión también significa sangre y herida emocional y
    esto se ve claramente reflejado en la obra ya que Proteo abandona a Julia porque se
    enamora de su amiga Silvia (Rebeca Mantellán), dejando a Julia destrozada. Sin embargo,
    Valentín (Manuel Moya) y Silvia llevan azul ,que representa fidelidad y nobleza, quiere decir
    que aunque en la obra Valentín es desterrado y forzado a abandonar a su prometida Silvia,
    esto no les supone un impedimento ya que más tarde encuentran el camino para volver a
    estar juntos. Esto sin duda es una de las cosas que más me gustaron, junto con la
    buenísima actuación de Goizalde Nuñez. El momento más divertido de su actuación fue
    cuando interpretó a Lanza, el criado de Proteo. Me encantó cuando rompió la ilusión teatral
    momentáneamente mostrándose como comentarista de lo que sucedía, añadiendo toques
    de humor, como en la escena del perro, en la que destacó que Shakespeare fue el primero
    en llevar a escena un perro de verdad, pero que a ellos "el presupuesto no les llegaba para
    tanto y tuvieron que hacer lo que pudieron llevando uno de juguete". Fue realmente
    gracioso.
    Para terminar, los temas tratados en la obra, como la traición entre amigos por amor o la
    lucha interna entre el deseo y la lealtad, resultan muy actuales. Muchos de nosotros nos
    hemos sentido alguna vez indecisos al tener que elegir entre el amor o la amistad, por
    miedo de hacer daño a nuestros amigos. Y nos preguntamos si realmente nos tenemos que
    poner delante a nosotros mismos o a los demás.
    La obra sin duda me ha parecido encantadora y la recomiendo ciegamente, aparte de por la
    buena interpretación de los actores, porque es muy divertida y te deja muy buen sabor de
    boca. Al no ser compleja y tratar temas actuales, la recomiendo para el público más joven ya que se pueden sentir identificados y estoy segura de que les encantará.

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  6. Martina Izeddin -- 1Bachillerato C
    Esta semana mis compañer@s y yo hemos tenido la oportunidad de asistir a la representación de Un hidalgo de verano en el Teatro de la Comedia. Se trata de una versión libre y muy original de la comedia de Shakespeare Los dos hidalgos de Verona, adaptada y dirigida por Declan Donnellan junto a Nick Ormerod. La propuesta es sorprendente por su ritmo trepidante, su lenguaje cercano y la frescura con la que el elenco da vida a los personajes. En general, la función nos pareció divertida, dinámica y muy bien ejecutada. A pesar de tratarse de un texto clásico, no sentimos en ningún momento que fuera una obra lejana o difícil de seguir; al contrario, lograron que conectáramos con las emociones y conflictos de los personajes.

    El tema principal gira en torno a la amistad, el amor, la traición y la lealtad, cuestiones que siguen completamente vigentes en la actualidad. Proteo y Valentín, los dos amigos protagonistas, se enfrentan a decisiones difíciles que afectan a las personas que aman y ponen a prueba sus propios valores. Estas situaciones nos resultan familiares, ya que hoy en día seguimos viviendo dilemas similares, sobre todo en las relaciones afectivas o en el equilibrio entre lo que deseamos y lo que consideramos correcto. Además, la figura de Julia, que se disfraza para seguir a su amado, plantea reflexiones sobre la identidad y el papel de la mujer que todavía resuenan en nuestra sociedad.

    En cuanto a los aspectos técnicos y artísticos, la interpretación del elenco es uno de los puntos más destacados. Alfredo Noval (Proteo) y Manuel Moya (Valentín) construyen una relación creíble y llena de matices, mientras que Irene Serrano (Julia) emociona con su sensibilidad y valentía. El resto del reparto, en especial Goizalde Núñez, demuestra una gran versatilidad interpretando varios personajes con mucho humor y agilidad. La escenografía es sencilla pero muy eficaz: permite cambios de escena fluidos y está apoyada por una iluminación que ayuda a marcar el tono de cada momento. También cabe destacar la música en directo, que aporta ritmo, emoción y cohesión al espectáculo.

    El vestuario es otro elemento que llama la atención, ya que mezcla elementos contemporáneos con toques clásicos, lo que refuerza esa sensación de atemporalidad que tiene la obra. Esta elección estética, junto con los cambios rápidos de personaje y el dinamismo general de la puesta en escena, hace que el público se mantenga siempre atento e implicado. Se nota el cuidado en cada detalle, desde los movimientos hasta los silencios, y eso habla muy bien del trabajo conjunto del equipo artístico.

    En definitiva, Un hidalgo de verano es una propuesta que demuestra cómo los clásicos pueden seguir siendo actuales y emocionantes si se interpretan con inteligencia, creatividad y pasión. Es una obra que combina humor, emoción y reflexión, y que consigue hacer reír al mismo tiempo que invita a pensar. Una experiencia teatral muy recomendable, tanto por la calidad del montaje como por la manera en que nos conecta con temas universales que siguen siendo relevantes hoy.

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  7. Violeta Maza- 1º Bachillerato C

    El día 8 de mayo tuve la oportunidad de ver Dos hidalgos de Verona en el Teatro de la Comedia, el mismo escenario donde anteriormente vi Don Gil de las calzas verdes. Esta comedia temprana de William Shakespeare aborda temas universales como la amistad, el amor, los celos y la traición, centrados en la relación entre dos amigos: Proteo y Valentín. La versión a la que asistimos fue una adaptación moderna que mantuvo la esencia del texto original, a la vez que la hacía más accesible y cercano al público, gracias al tono dinámico y un humor bien incorporado.

    El diseño escénico destacó por su estilo minimalista pero funcional, muy similar al que se usó en Don Gil. En el centro del escenario había una estructura blanca que no solo servía como apoyo para la acción, sino también como fondo para proyecciones que indicaban cambios temporales o de lugar. En la parte en que los personajes están en el campo, esta estructura también ayudaba a crear ambiente gracias a los fondos proyectados. Fue una escenografía sencilla pero bien utilizada, que no distraía y aportaba mucho visualmente.

    En cuanto al vestuario, no se trataba de una representación de época, sino más bien una versión actual, donde el uso del color ayudaba a identificar a los personajes: el azul para Valentín y Silvia, y el rojo para Proteo y Julia. Este detalle no sólo tenía una función estética, sino que también facilitaba la comprensión del enredo amoroso. Además, se añadieron toques cómicos a través de vestuarios inesperados, como cuando el padre de Silvia aparece vestido de deporte, o cuando Proteo y Thurio se disfrazan para cantarle a Silvia, lo que rompía el tono clásico y conectaba con el público de manera divertida.

    Las actuaciones fueron muy buenas. Aunque el montaje no era del todo formal, sí estaba muy bien trabajado y equilibrado entre lo cómico y lo narrativo. Los actores mostraron una gran conexión entre ellos y dieron vida a los personajes con naturalidad. Me llamaron especialmente la atención los personajes interpretados por Goizalde Núñez, sobre todo Luchetta, que destacó por su humor y espontaneidad. Su actuación como personaje cómico fue muy efectiva, y uno de los momentos más divertidos fue cuando rompió la cuarta pared para hacer una especie de monólogo, aportando aún más cercanía al espectador. Por otro lado, Proteo me llamó la atención por la forma en que el actor lo interpretó: sus expresiones, su lenguaje corporal y la manera en que se desenvolvía en el escenario hicieron que el personaje resultara muy convincente y entretenido.

    Aunque Dos hidalgos de Verona fue escrita hace siglos, su tema principal sigue teniendo mucha actualidad. La historia de Proteo y Valentín trata sobre el amor, la traición, los celos y la amistad (emociones humanas que siguen estando muy presentes hoy en día). Por ejemplo, la traición de Proteo a su mejor amigo por amor podría reflejar situaciones que ocurren en relaciones personales actuales, tanto en amistades como en parejas. También me resulta interesante cómo el personaje de Julia, al disfrazarse de hombre para seguir a Proteo, refleja situaciones que hoy siguen siendo muy reconocibles, como el tener que ocultar quién eres o adaptarte para ser escuchado o tomado en serio. Esta parte de la historia permite hacer una lectura más profunda sobre los roles que seguimos asumiendo según el género.

    En resumen, la función me pareció muy entretenida y dinámica. Desde el inicio logró captar mi atención y mantuvo un buen ritmo durante toda la obra, sin hacerse pesada en ningún momento. La combinación de humor y actuaciones naturales hizo que la historia se sintiera cercana, a pesar de ser un texto clásico. Fue una experiencia divertida y diferente, que me dejó con una impresión muy positiva del teatro clásico adaptado a la actualidad.

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  8. Álvaro V. R. - 1BACHC
    Esta semana mis compañeros y yo hemos asistido a la representación de "Los Dos Hidalgos de Verona" de William Shakespeare en el Teatro de la Comedia, el pasado 8 de mayo.
    La obra me ha parecido impresionante porque está muy adaptada a todos los públicos, ya que los actores en esta obra se entendía bastante bien lo que decían y con humor que era algo importante. También me gustó mucho porque había momentos que verdaderamente te captaban la atención como el del karaoke.
    Aunque Los dos hidalgos de Verona fue escrita por Shakespeare hace más de 400 años, muchos de los temas que trata siguen siendo muy actuales. La versión que se representa en el Teatro de la Comedia lo demuestra, ya que conecta con situaciones que vivimos hoy en día. La obra gira en torno a dos amigos, Valentín y Proteo, que viven en Verona. Al principio, parecen inseparables, pero todo cambia cuando el amor entra en juego. Valentín viaja a Milán y se enamora de Silvia, y más tarde, Proteo también llega allí y se enamora de la misma mujer, a pesar de que dejó atrás a Julia, su prometida. Aquí ya vemos uno de los temas más potentes de la obra, la traición. Proteo no solo traiciona a su amiga Julia, sino también a su mejor amigo, Valentín. Esta traición, que puede parecer exagerada o dramática, en realidad es muy parecida a cosas que seguimos viendo hoy. Cuando alguien se deja llevar por sus deseos y rompe una relación de confianza, ya sea de amistad o amorosa, se generan conflictos muy parecidos a los que vemos en la obra.
    En este obra también se habla mucho de la idea del perdón ya que al final de la obra Valentín y Proteo se perdonan aunque se estuviesen peleando por la misma mujer, y hoy en día el perdón es muy necesario en muchos temas y actitudes de las personas pero, por desgracia no es así hoy en día. Otro punto clave es el personaje de Julia, que decide disfrazarse de hombre para seguir a Proteo sin ser reconocida. Por un lado, muestra la determinación de Julia, que no se queda en casa esperando, sino que actúa y se arriesga. Por otro, este recurso del disfraz permite explorar la idea de identidad, algo muy presente hoy, cuando muchas personas buscan su lugar en el mundo y se enfrentan a muchos problemas. Además, Julia demuestra ser uno de los personajes más valientes e inteligentes de la obra, lo que hace que, incluso desde una perspectiva actual, se vea como una mujer fuerte y decidida.
    En cuanto a Silvia, aunque tiene un papel más limitado, también representa a una mujer que no se deja dominar fácilmente. Se opone a su padre, rechaza a quien no ama y lucha por su libertad. Tanto Julia como Silvia aportan una visión del amor moderna.
    Una de las cosas que más me impresionó fue la interpretación de los actores. Aunque el texto de Shakespeare puede parecer algo complicado por el lenguaje, logra hacerlo muy natural. A la hora de recitar realmente viven lo que están diciendo y el ejemplo perfecto es Lucetta (Goizalde Núñez). Alfredo Noval (Proteo) y Manuel Moya (Valentín) tienen una química en escena que hace muy creíble el conflicto entre la amistad y el amor. Además, las actrices Irene Serrano (Julia) y Rebeca Matellán (Silvia) aportan fuerza a sus personajes, mostrando a dos mujeres con carácter que no se quedan en segundo plano.
    Un punto muy divertido es el personaje del criado Lanza, que va acompañado por un perro real en escena. Esta parte aporta mucho humor, y nosotros lo disfrutamos bastante.
    Lo que más me llamó la atención de la escenografía es que, a pesar de ser bastante sencilla, está muy bien pensada. No hay decorados súper recargados ni paisajes detallados, pero eso no es un problema, porque cada elemento que aparece en escena tiene un sentido. Por ejemplo, hay una pantalla al fondo que se utiliza como espacio para proyectar sombras o imágenes, y eso ayuda a marcar los distintos lugares donde se desarrolla la acción, como el bosque.
    También hay objetos simbólicos, como unas corbatas de colores que llevan los personajes y que representan sus emociones o sus intenciones amorosas.

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    1. En la iluminación aunque no hay cambios de escenario muy grandes, la luz se usa para marcar los distintos momentos emocionales. Por ejemplo, cuando un personaje está solo hablando de sus sentimientos, se le enfoca con una luz cálida.
      En la música, la banda sonora, compuesta por Marc Álvarez, aparece en momentos clave para acompañar la acción o reforzar el tono emocional. A veces es muy suave, casi como un susurro que acompaña a los personajes, y otras veces se nota más. Este tipo de detalles ayudan a darle ritmo a la obra sin que la música se vuelva algo excesivo.

      Otro elemento que me gustó mucho fue el vestuario. No es estrictamente de época, como si estuviéramos en el siglo XVI, pero tampoco es totalmente moderno. Los trajes son elegantes, con un toque atemporal, y lo más curioso es el uso de corbatas como símbolo del amor. Por ejemplo, cuando Proteo cambia de amor, también cambia de corbata, lo que me llamó bastante la atención.
      La obra tiene mucho movimiento, y eso hace que no se sienta estática en ningún momento. Los personajes entran y salen constantemente. A veces incluso se mezclan diálogos con acciones físicas, como peleas simuladas o coreografías breves, que mantienen la atención del público. Esto se nota especialmente en las escenas en grupo, donde los actores están muy bien coordinados y cada gesto tiene sentido.
      Espero que esta experiencia teatral la puedan disfrutar otros cursos ya que la recomiendo muchísimo porque la disfruté mucho.

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  10. Inés Z.L-N. - 1 Bachillerato C
    La función que vi el jueves 8 de mayo, llamada Los dos hidalgos de Verona, fue una representación de una obra de Shakespeare, traducida al español. Me pareció súper interesante porque mezclaba humor y realismo, algo que es clave en las obras de Shakespeare. Desde el principio, la puesta en escena logró captar mi atención, con un ritmo rápido y actores que supieron transmitir muy bien lo que los personajes sentían.
    El tema principal de la obra es la traición y cómo el amor puede hacernos ciegos. Este tema, aunque parece de otro tiempo, en realidad sigue siendo muy actual. En la obra se ve claramente cómo los personajes se enfrentan a situaciones difíciles, especialmente en esa etapa de transición entre la adolescencia y la adultez, cuando las emociones son súper intensas y las decisiones se toman impulsivamente. Aunque sea una obra clásica, los temas que toca siguen siendo totalmente actuales, como los celos, la confusión sobre las relaciones y cómo a veces buscamos la verdad, pero en medio de tanta pasión se vuelve complicado ver las cosas claras.
    Otra cosa que me pareció muy interesante fue que la obra estuviera traducida al español, lo que ayudó muchísimo a entender mejor todo lo que pasaba. Eso hizo que me conectara más con el diálogo de los actores y que pudiera seguir la historia sin problemas, algo que a veces cuesta en otras obras que están en inglés o con un lenguaje muy antiguo. Aun así, no se perdió la esencia de los personajes ni lo que sentían, y eso me gustó mucho.
    En cuanto a lo técnico, me encantó la actuación de los actores. Supieron mezclar perfectamente los momentos de comedia con los más serios, y lo hicieron de una forma muy natural. La escenografía era bastante sencilla, pero funcionaba muy bien para crear distintos espacios. El vestuario también fue clave, porque ayudaba a entender la personalidad de cada personaje. Y la iluminación, sobre todo en las escenas más intensas, ayudaba un montón a transmitir lo que estaban viviendo los personajes.
    En resumen, Los dos hidalgos de Verona fue una obra divertida, actual y muy bien interpretada. Me sorprendió cómo algo tan antiguo puede seguir teniendo tanto sentido hoy. Salí del teatro con la sensación de haberme reído, reflexionado y aprendido, todo al mismo tiempo.


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  11. Daniela Padilla 1BACH "C"
    El día jueves 8 de mayo, fuimos a ver "Los dos Hidalgos de Verona" de William Shakespeare, dirigida por Declan Donnellan junto a Nick Ormerod. La verdad es que la obra nos sorprendió para bien. Aunque es un texto clásico, esta versión moderna estaba súper bien adaptada al público actual. Fue divertida, fácil de seguir y, sobre todo, muy entretenida.

    Esta comedia aborda temas que siguen siendo muy relevantes hoy en día como lo son el amor, la traición y la amistad centrándose en la historia de dos amigos, Valentín y Proteo. Sobre todo lo más impresionante era la manera en la que nos transmitían estos temas y emociones al público, con una puesta en escena grandiosa destacando a Goizalde Núñez, en su papel de criada de Proteo y Manuel Moya en su papel de Valentín. En general la obra era muy cómica podemos destacar la escena del perro de Goizalde Núñez y la del karaoke de Manuel Moya. En mi opinión todas las actuaciones eran muy buenas, cada personaje transmite algo diferente pero teniendo en cuenta el trabajo en equipo y la conexión.
    El diseño del escenario me pareció bastante acertado, a pesar de ser bastante sencillo. La estructura blanca en el centro del escenario se usaba para proyectar imágenes que nos ayudaban a entender dónde estábamos o qué estaba pasando, lo que le daba mucha vida a la obra. No había decorados demasiado elaborados, pero cada detalle tenía sentido y aportaba algo, también es de destacar la iluminación y la música que nos ayudaron a entender mejor el contexto de la obra.
    El vestuario era bastante actual, lo que hizo que la obra se sintiera más cercana. Utilizando colores bastante llamativos y prendas juveniles.También había momentos graciosos, como cuando el padre de Silvia aparece vestido de deporte o cuando Proteo y Thurio se disfrazan para cantarle a Silvia, aportando un toque de humor que rompía con lo clásico.

    En conclusión, Dos hidalgos de Verona fue una obra que logró mezclar lo clásico con lo moderno de una manera muy efectiva. La adaptación mantuvo la esencia de Shakespeare, pero la hizo accesible y entretenida para el público actual, con un buen equilibrio entre comedia y drama. La escenografía, el vestuario y las actuaciones naturales hicieron que la historia fuera fácil de seguir.

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  12. La función ha estado fenomenal, actualizada y entretenida; los actores han estado encarnados en los personajes y en la actualidad, además de notarse un pedacito de ellos en cada papel. Las canciones, además de estar bien entonadas, estuvieron muy bien adaptadas al público, al igual que la ropa y la escenografía como los vestuarios. El guión estuvo muy bien adaptado al público para hacerlo ameno y juvenil.

    En conclusión la obra ha estado divertida y apta para un público joven, de nuestra edad para arriba.

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  14. Victoria R.P. 1ºbach C
    El pasado jueves 8 de mayo tuvimos la oportunidad de ir a ver al Teatro de la Comedia la comedia adaptada de Los dos hidalgos de Verona de William Shakespeare, dirigida por Declan Donnellan y adaptada por este mismo y Nick Ormerod.

    La representación fue increíble. Me ha parecido una obra que te mantiene enganchado y te permite conectar profundamente con los personajes y sus historias. Aunque sea una trama muy enrevesada y con muchos giros de guión, gracias a la gran adaptación, adecuada a la actualidad, era muy fácil de seguir lo que estaba pasando y experimentar las mismas sorpresas que los propios personajes.

    Los temas tratados, la amistad y lealtad, siguen siendo temas muy actuales presentes en nuestra vida cotidiana. Este es un aspecto que hace de la obra una historia tan enganchante. Al estar el público tan familiarizado con estos temas, hace que todos los espectadores, sean de la edad que sean, se mantengan interesados y expectantes por ver cómo resulta la acción.

    Entre los aspectos a destacar, aunque he estado encantada con todos los elementos de la función, los más notables han sido la puesta en escena, la interpretación y la iluminación.
    La puesta en escena era lo más minimalista posible. Había colocada una pantalla en el medio del escenario que reproducía distintos fondos o frases y también a veces aparecían en escena ciertos objetos, como un perro de peluche. Tan solo estos elementos hacían que fueras capaz de imaginarte todo lo que no estaba presente en la escena y que pudieras sentirte en la misma acción.
    La iluminación fue sin duda el elemento estrella. Me sorprendió cómo jugaban con los cambios de luz cuando querían hacer como si ciertos personajes hubieran desaparecido de la escena o como si su acción estuviera pausada. El elemento de la iluminación fue lo que hizo posible que se pudieran permitir una puesta en escena tan sencilla y minimalista, además de que también era una de las responsables de hacer que la representación fuera tan dinámica y llevadera.
    Finalmente la interpretación fue increíble por parte de todo el elenco. Sin embargo, sin duda la actuación más destacable fue la de Goizalde Núñez, encargada de varios papeles, aunque, personalmente el que más me gustó fue el de criada. Es verdad que el guión del personaje en sí hace que lo adoremos, ya que aporta mucha comicidad; no obstante, la actriz clava el papel y hace que el personaje sea aún más verídico y cómico.

    En conclusión, me ha sorprendido un montón la adaptación moderna que han hecho de la obra, que ha conseguido que todo el público se mantuviera enganchado y atento. Sin lugar a dudas le recomendaría esta representación a todos mis conocidos, y si pudiera repetir la experiencia, volvería.

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  15. Elia Sánchez - 1BACH A
    El jueves 8 de mayo fuimos al Teatro de la Comedia a ver Los dos hidalgos de Verona, una versión muy actual y original de la comedia de Shakespeare. Al principio pensaba que iba a ser una obra muy clásica, difícil de seguir o aburrida, pero al final me enganchó desde el principio. Tenía mucho ritmo, era divertida y los actores supieron conectar muy bien con el público.

    En cuanto al tema, me parece que sigue teniendo mucha actualidad. La historia se centra en la amistad entre dos chicos, Proteo y Valentín, que se pone a prueba por culpa del amor y los celos. Ese tipo de conflictos todavía se dan hoy en día, sobre todo entre amigos o parejas. También el personaje de Julia me llamó la atención, se disfraza de hombre para poder seguir a su amado sin ser reconocida. Esa parte tiene mucho que ver con temas actuales como la identidad o el papel que sigue teniendo la mujer en la sociedad. Me pareció una historia con la que se puede reflexionar sin que se haga pesada.

    Sobre la puesta en escena, hay bastantes cosas que me llamaron la atención. La escenografía era sencilla pero muy efectiva. Había una especie de estructura blanca en el centro que servía para muchos usos, y las proyecciones ayudaban a situar las escenas sin necesidad de cambiar todo el decorado. Me pareció una forma muy original de aprovechar el espacio sin recargarlo. La iluminación también estaba muy bien pensada: cambiaba según el estado de ánimo de los personajes o según la escena, y eso hacía que todo se entendiera mejor.

    Otro punto que quiero destacar es la música. Había momentos con banda sonora en directo que acompañaban perfectamente lo que pasaba en el escenario, y eso le daba más emoción. En cuanto al vestuario, era bastante actual, con algunos toques más clásicos. Me pareció muy curioso cómo usaban los colores para diferenciar a los personajes: por ejemplo, el azul para Valentín y Silvia, y el rojo para Proteo y Julia. Además, había detalles graciosos, como cuando un personaje aparecía con ropa de deporte o disfrazado para cantar, que hacían reír al público y mantenían la atención.

    En resumen, Los dos hidalgos de Verona me pareció una función muy bien hecha, con buen ritmo, buenos actores y un montón de ideas creativas. Supieron adaptar un clásico de forma moderna sin perder su esencia, y eso no es fácil. Me gustó cómo mezclaban el humor con los sentimientos y cómo consiguieron que el público se sintiera parte de la historia.

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  16. El pasado 8 de mayo, mis compañeros y yo asistimos a la obra “Los dos hidalgos de Verona”, una de las primeras comedias de William Shakespeare, dirigida por Declan Donnellan y adaptada por Nick Ormerod, en el Teatro de la Comedia, ubicado en la Calle del Príncipe, en el centro de Madrid. La obra fue escrita hace muchos años y cuenta una historia sobre el amor, la amistad y los problemas que surgen cuando las personas no son sinceras con lo que sienten. Aunque es una historia antigua, la forma en que se representó la hizo muy fácil de entender. Los actores usaron un lenguaje claro, se expresaban bien y actuaban con mucha energía. Gracias a eso, fue fácil seguir la historia y disfrutarla. Además, consiguieron que se sintiera cercana y divertida, como si aún pudiera pasar hoy.

    Uno de los aspectos que más me llamó la atención fue la escenografía. Aunque era sencilla, con pocos decorados, había una pantalla central que se usaba muy bien para mostrar los distintos lugares de la historia. Proyectaban imágenes de sitios como un bosque o una ciudad, lo que ayudaba al público a entender dónde ocurría cada escena. También aparecían frases breves que explicaban el contexto, haciendo que todo fuera más claro. Además, los actores usaban mucho el cuerpo, con gestos y movimientos que conectaban muy bien con el público. Otro punto que destacó fue la iluminación, que ayudaba mucho a crear el ambiente de cada escena. Las luces cambiaban según el tono: colores cálidos para momentos felices y luces frías o suaves para escenas más tristes o tensas.

    El vestuario también fue interesante. Mezclaba ropa clásica, propia de la época de Shakespeare, con detalles modernos, lo que daba un toque original y ayudaba a que el público conectara mejor con los personajes. Otro detalle bien logrado fue el uso de objetos en escena. Aunque eran pocos, estaban bien elegidos y ayudaban a entender mejor lo que pasaba. Un ejemplo fue la escena con los zapatos y el cepillo de dientes, que usaban objetos comunes para mostrar situaciones emocionales o graciosas. Una de las escenas más divertidas fue la aparición del perro Crab. Primero salió como un muñeco, lo que hizo reír al público, pero luego apareció un perro real llamado Thor. Fue una sorpresa muy graciosa, especialmente cuando el perro interactuó con el personaje de Lucetta, interpretado por Golzaide Núñez. Fue un momento muy simpático y especial.

    Los actores hicieron un gran trabajo. Muchos interpretaron varios personajes, cambiando de forma muy natural. Hablaban con claridad, se movían bien en el escenario y mostraban mucha emoción. También la música, en algunas partes tocada en directo o con efectos modernos, hacía las escenas más intensas o divertidas.

    En conclusión, Los dos hidalgos de Verona ha sido una obra muy bien hecha y divertida. He disfrutado mucho al verla con mis compañeros y me ha sorprendido cómo una historia tan antigua puede seguir siendo interesante si se representa de forma creativa.

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  17. Reseña Teatral- Diego Padellini Gómez 1ºC
    El jueves 8 de mayo fuimos al Teatro de la Comedia a ver una obra de William Shakespeare llamada “Los dos hidalgos de Verona”, dirigida por Declan Donnellan.
    No esperaba mucho de esta obra ya que, conociendo lo enrevesado y complicado que puede ser su autor en el lenguaje, pensaba que se me iba a hacer complicada de seguir y entender al igual que “Don Gil de las calzas verdes” de Tirso de Molina. Salí del teatro maravillado del increíble trabajo a nivel técnico, directivo y artístico, transmitido de forma genial por parte de los actores.
    El tema tratado es actual, sencillo, cuotidiano, y en mi opinión, bastante universal hoy en día con el gran desarrollo de las relaciones sociales gracias a las redes. Todos nos habremos sentido en un aprieto en alguna situación que nos pone entre la espada y la pared al estar obligados a elegir entre la amistad y el amor. Este dilema es llevado al escenario de muy buena forma, gracias a diversos aspectos.
    Empezando con la interpretación, los actores son brillantes, transmitiendo todo lo que nos tiene que decir la obra. A nivel interpretativo me han parecido todos de gran nivel, sin poder elegir a uno en especial, pero quiero destacar la gran maestría de Alfredo Noval (Proteo) a nivel corporal. Siempre nos suele atraer más un personaje por el nivel del actor cuando se encuentra en el foco de la escena y está hablando, y solemos dejar de lado el aspecto de la expresión no verbal. Para mí, Alfredo ha logrado caracterizar más a Proteo con sus gestos y movimientos que con su voz y palabras, dominado a la perfección su cuerpo, algo que, en mi opinión, tiene muchísimo mérito.
    Otro gran personaje por destacar es la criada, interpretada por Goizalde Núñez. Se ve la maestría de la actriz tras una muy buena carrera también cinematográfica, pero el momento en el que rompe la cuarta pared de la obra es increíble, haciendo imposible que no te rías y aportando un dinamismo y atracción en el público, y con mucha ayuda del perro, me hace pensar que estaba hecha para este papel.
    Una escenografía minimalista, un solo panel de madera con proyecciones, es lo justo y necesario para esta obra. Gran mérito que solo con eso sea tan visual y llegue tanto a los espectadores. Creo que es una estrategia muy acertada ya que dirige la atención hacia los personajes y sus acciones, haciendo que el espectador no se distraiga. Las luces son correctas, acompañan de muy buena forma cada escena y ayudan a transmitir la emoción que se esté desarrollando encima del escenario.
    Una de las cosas más atractivas de la obra ha sido la adaptación al presente, destacando el vestuario y la música. Que los personajes fueran en traje, en vestido, o con ropa de running hacía sentir la escena muy cercana a nuestro día, además de la increíble canción de Proteo dedicada a Silvia.
    La dirección es sencillamente indescriptible. Declan Donnellan logra conectar las distintas piezas de una obra del siglo XVI, adaptándolas al presente, mezcladas con la cantidad correcta de un humor de primera calidad, creando así una obra entretenida, divertida, interesante y muy amena. Me quedé maravillado del trabajo de este director.
    Volvería a ver esta función muchas más veces y la recomiendo a cualquier persona que le guste el teatro, y para quien no le guste, le recomendaría iniciarse con esta obra, a mí me ha hecho amar el escenario un poco más que antes.

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  19. Rayan Blidan 1A BATCH
    El pasado miércoles 8 de mayo de 2025 asistimos a la representación de Los hidalgos de Verona, una obra temprana de William Shakespeare, en la versión de la Compañía Nacional de Teatro Clásico junto con Lazona, Cheek by Jowl y en colaboración con el Teatro Palacio Valdés. Bajo la dirección de Declan Donnellan, con la traducción de José Luis Rivas la función me ha parecido bastante interesante y entretenida. Al principio me costó un poco seguir el ritmo, sobre todo por el lenguaje que usan los personajes, ya que es un poco más antiguo de lo que estamos acostumbrados. Pero a medida que avanzaba la historia, me fui enganchando. Me gustó mucho cómo se mezclan el amor, la traición, la amistad y el perdón. Aunque es una obra clásica, creo que los actores supieron darle vida de forma muy cercana y comprensible. Además, hubo momentos de humor que hicieron que no se hiciera pesada y que el público se mantuviera atento. En general, salí con buena sensación y con ganas de saber más sobre otras obras de Shakespeare.

    Creo que el tema de la obra sigue siendo muy actual, incluso aunque haya sido escrita hace más de cuatrocientos años. Los hidalgos de Verona trata asuntos que siguen siendo parte de nuestras vidas hoy en día. La obra habla de la amistad, del amor, de la traición, de la mentira, de los celos y del perdón. Todas estas emociones y conflictos no han desaparecido con el paso del tiempo. De hecho, muchas veces podemos ver situaciones parecidas en nuestro entorno, aunque cambien los escenarios o la forma de expresarse.

    Por ejemplo, el conflicto principal entre Valentín y Proteo, que son mejores amigos y acaban enfrentados por el amor de la misma mujer (Silvia), es algo que puede pasar perfectamente hoy en día entre adolescentes o adultos. Muchas amistades se rompen por culpa de los sentimientos amorosos, sobre todo cuando no se respetan los límites o cuando alguien actúa de forma egoísta, como hace Proteo. Él traiciona a su amigo solo por querer conseguir lo que desea, sin importarle a quién puede herir. Eso también lo vemos en redes sociales, en la tele o incluso en nuestro entorno, cuando alguien se deja llevar por los celos o por el deseo de tener lo que otro tiene, ya sea en el amor, en la amistad o en el trabajo.(CONTINUO EN RESPUESTAS)

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    1. Además, la figura de Silvia también refleja algo muy actual: una mujer que tiene claro lo que quiere, que no se deja manipular ni por Proteo ni por su propio padre, y que defiende su derecho a amar a quien ella elige. Eso conecta mucho con los debates actuales sobre el papel de la mujer y la libertad para decidir sobre sus propios sentimientos, algo que sigue siendo muy importante.

      Otra cosa que me pareció muy realista y cercana a nuestra época es la manera en que la obra termina: con el perdón. Aunque Proteo se comporta mal, Valentín lo perdona y todo vuelve a estar en calma. Esto me recordó que en la vida real, aunque a veces cometamos errores o tomemos malas decisiones, siempre existe la posibilidad de cambiar, de reconocer lo que hemos hecho mal y de pedir perdón sinceramente. El perdón no borra lo que pasó, pero sí permite seguir adelante. En un mundo como el de hoy, en el que muchas veces todo se soluciona con enfados, críticas y enfrentamientos, me parece importante que una obra nos recuerde el valor de la empatía, del diálogo y de la reconciliación.

      Lo que más me llamó la atención fue la interpretación de los actores. Cada personaje estaba muy bien representado, y se notaba que los actores entendían bien lo que estaban diciendo, lo cual ayudaba mucho al público a comprender la obra. Me gustó especialmente el actor que hacía de Proteo, porque supo mostrar muy bien los cambios de actitud del personaje, desde el amigo leal hasta el traidor arrepentido. La escenografía era sencilla pero muy eficaz: con pocos elementos lograban cambiar de escenario y ambientar bien cada escena, lo que demuestra que no hace falta un decorado muy complejo para que la historia funcione. La iluminación también me pareció muy bien utilizada, sobre todo en los momentos más dramáticos, donde ayudaba a crear una atmósfera más intensa. La música no fue muy abundante, pero aparecía en momentos clave para acompañar las emociones. Y el vestuario, aunque no era de época exactamente, tenía detalles que recordaban al estilo renacentista, lo que ayudaba a situarnos sin dejar de sentir que era algo cercano. En resumen, todos los elementos estaban bien pensados y contribuían a que la obra se entendiera y se disfrutara, ademas de la notable química entre los actores y lo bien que fluían juntos haciendo que todo se sintiera muy natural.

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  20. Robert Andrew U.C - 1BACHILLERATO "A"
    Ayer, día 8 de mayo, asistí a la representación de Los dos hidalgos de Verona de William Shakespeare, y la verdad es que me sorprendió bastante. No esperaba que una obra escrita hace tantos siglos pudiera resultarme tan entretenida y bastante cómica, gracias a la forma en la que se representó, fue fácil seguir la historia y conectar con los personajes.

    La función me pareció entretenida y bien llevada. A pesar de que la trama gira en torno a un conflicto amoroso clásico, los actores supieron darle bastante naturalidad. No se hizo pesada en ningún momento, y eso hizo que el público se mantuviera atento hasta el final.

    En cuanto a los temas que trata la obra —la amistad, el amor, los celos y la traición—, me parecieron bastante actuales. Aunque el contexto es diferente, estas situaciones se siguen viviendo hoy en día, especialmente en las relaciones personales. Por ejemplo, el hecho de que Proteo traicione a su mejor amigo por amor se puede comparar con problemas que surgen entre amigos en la vida real, cuando entran en juego los sentimientos y cada uno actúa pensando solo en sí mismo. Creo que eso hace que la obra no solo entretenga, sino que también invite a reflexionar sobre cómo actuamos y valoramos a las personas que tenemos cerca.

    De todos los elementos de la representación, lo que más destaco es la actuación. Los actores hicieron un trabajo muy bueno, y cada personaje estaba muy bien construido y se podía diferenciar claramente su rol en el escenario. En especial, me llamó la atención el papel de Proteo, interpretado por Alfredo Noval.
    Proteo es un personaje que empieza siendo leal y enamorado, pero poco a poco se va dejando llevar por los celos y acaba traicionando a su mejor amigo, cosa que puede suceder en la vida real. Alfredo Noval supo mostrar muy bien ese cambio: al principio su personaje resulta simpático, pero después genera rechazo, aunque al final uno también siente cierta compasión por él al ver su arrepentimiento. Fue una interpretación bastante completa y creíble.

    También me gustaron mucho otros aspectos técnicos, como la escenografía, que era sencilla pero muy efectiva. Con pocos elementos consiguieron crear diferentes ambientes sin que hiciera falta cambiar constantemente el decorado. La iluminación acompañaba bien cada momento y ayudaba a marcar los cambios de escena. El vestuario también estaba muy bien pensado: mezclaba lo clásico con toques más modernos que hacían la obra más accesible para nosotros. Y la música, aunque no era protagonista, aparecía en momentos clave para reforzar la emoción.

    En resumen, fue una experiencia muy positiva. Me gustó ver cómo una obra tan antigua puede seguir transmitiendo emociones y haciéndonos pensar sobre como deberíamos actuar antes algunas situaciones. Creo que el teatro es una buena forma de conocer mejor la literatura y, al mismo tiempo, disfrutar de algo diferente a lo que estamos acostumbrados.

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  21. Surama Paredes -1BACH A
    El pasado jueves 8 de mayo fuimos a ver, en el Teatro de la Comedia, ‘Los dos Hidalgos de Verona’ una obra de William Shakespeare dirigida por Declan Donnellan.

    La obra me ha impresionado mucho no sólo por la facilidad de entendimiento sino también por lo rápido que ha captado mi atención desde el principio. La obra está muy bien adaptada para todo el que la quiera ver y la combinación del humor en escenas dramáticas no lo hace tan pesado y hace que la representación pase rápido. A mi por otra parte también me sorprendió los cambios de escena ya que la manera en la que se coordinaban con la música del fondo y los actores movían a otros antes de empezar una nueva escena me resultó interesante y se pudo ver lo acostumbrados que están ya coordinando todos con todos sin tener ningún fallo.

    Durante la obra hubo escenas que sin duda son las que más atención me han llamado y que me han gustado. Tenemos el ejemplo de cuando Proteo y Thurio empezaron a cantar para Silvia, una escena en la que todos no reímos y yo, al menos, no me esperaba.
    También está la genial actuación de los actores y actrices como Goizalde Nuñez donde sus escenas llenó de humor la representación haciéndola más amena.

    Sobre el tema podemos ver que tiene que ver con la actualidad. El conflicto entre el amor y la amistad, los celos, la traición, el perdón son situaciones que cualquiera puede vivir hoy en día. También está el personaje de Julia el cual se disfraza de hombre para poder seguir a su enamorado, y eso me hizo pensar que , incluso hoy, hay personas que tienen que ocultar quiénes son. Luego vemos la amistad de Proteo y Valentín que poco a poco está en peligro.

    En cuanto a los aspectos técnicos de la obra, hubo varios elementos que me parecieron muy destacables. La interpretación de los actores fue, como ya dije, uno de los puntos más fuertes. Todos estaban muy metidos en sus personajes, pero en particular me impresionó quien interpretó a Julia. Supo transmitir con mucha fuerza tanto el humor de algunas escenas como el dolor de otras, y logró que el público se fijase en ella desde el primer momento. También me gustó mucho cómo estaba pensada la puesta en escena: era sencilla, pero muy efectiva. La escenografía no era recargada, pero con pocos elementos lograban crear diferentes espacios, y eso hacía que la historia fluyera sin interrupciones. La iluminación ayudaba un montón a marcar el tono de cada momento, y había escenas que solo por cómo estaban iluminadas ya te metían de lleno en lo que estaba pasando.
    El vestuario también me gustó mucho. No estaba muy elaborado y eso hizo que también tuviera más gracia la obra ya que normalmente es de esperar un vestuario adaptado a la época de la obra

    En resumen, ha sido una obra bastante buena gracias a los actores como al director por hacerla de esta manera en la que todos nos entretengamos y no estemos con la idea de una obra pesada y difícil de entender. Y sin duda la recomendaría a todo el que quisiera verla .

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  22. La puesta en escena de Los dos hidalgos de Verona en el Teatro de la Comedia es una adaptación contemporánea y vibrante de una de las primeras comedias de William Shakespeare. Bajo la dirección del británico Declan Donnellan, la obra se traslada hábilmente del Renacimiento italiano al siglo XXI, manteniendo su esencia mientras la hace resonar con el público actual. La trama, que explora los enredos entre amistad, amor y traición, se desarrolla con agilidad y humor, destacando la versatilidad del elenco y la claridad en la narración. El montaje, refleja una profunda comprensión de la obra original y una ejecución impecable.
    Absolutamente. Aunque escrita en el siglo XVI, la obra aborda temas universales como la amistad, el amor no correspondido, la traición y el perdón, que siguen siendo relevantes hoy en día. La historia de dos amigos que se disputan el amor de la misma mujer refleja dinámicas emocionales y sociales que encontramos en la actualidad, tanto en relaciones personales como en contextos más amplios. Además, la adaptación de Donnellan introduce elementos contemporáneos, como referencias culturales actuales y situaciones modernas, que facilitan la conexión del público con la trama y sus personajes.
    El elenco ofrece una interpretación sólida y matizada. Manuel Moya (Valentín) y Alfredo Noval (Proteo) destacan por su química y capacidad para transmitir la complejidad de sus personajes. Rebeca Matellán (Silvia) y Goizalde Núñez (Lanza) aportan frescura y dinamismo a sus roles.
    En cuanto a la ilumninación emplea una iluminación cálida y estratégica, que no solo destaca a los personajes, sino que también ayuda a establecer el tono emocional de cada escena.
    En definitiva, Los dos hidalgos de Verona me ha encantado. La combinación entre el respeto al texto clásico y la frescura de una puesta en escena moderna logra una experiencia teatral única. Salí del Teatro de la Comedia con la sensación de haber presenciado una obra viva, emotiva y sorprendentemente actual. Sin duda, una función que recomendaría a cualquier amante del buen teatro.

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  23. La representación de Los dos hidalgos de Verona me ha dejado una impresión muy positiva, no solo por su valor literario y comicidad, sino también por la manera en que logró conectar con el público a través de una puesta en escena tan minimalista como era la iluminación y una tabla blanca en el medio del escenario.

    La obra aborda temas universales, como el conflicto entre la lealtad y la pasión, que conservan plena vigencia en la actualidad. La traición de Proteo hacia su amigo Valentín por seguir un impulso amoroso refleja situaciones que siguen repitiéndose en nuestras relaciones interpersonales. Hoy en día, podríamos comparar este dilema con las tensiones que surgen en amistades afectadas por intereses románticos, o incluso con la facilidad con que las redes sociales pueden crear sentimientos de celos y deslealtad. Por otro lado, el personaje de Julia, que asume una identidad masculina para seguir a su amado, plantea cuestiones sobre el engaño y la vulnerabilidad emocional que también se encuentran en la cultura contemporánea.

    De la representación, varios elementos merecen especial mención. En primer lugar, la interpretación de los actores fue notable, especialmente de la actriz que encarnó a Launce, cuyo humor ingenioso y ruptura de la cuarta pared en escena, arrancaron más de una risa del público, sobre todo a Aurora. La escenografía, aunque sencilla, fue efectiva: el uso de una estructura tan minimalista permitió transiciones fluidas entre Verona, Milán y el bosque, mientras que la iluminación ayudó a marcar los cambios de tono entre escenas cómicas y dramáticas. El vestuario, por su parte, se distanció por completo de los ropajes de la época para aportar modernidad y fácil reconocimiento con la sociedad actual.

    En definitiva, Los dos hidalgos de Verona demuestra que Shakespeare era capaz de crear personajes y conflictos profundamente humanos. La función consiguió equilibrar comedia y drama, dejando en el espectador tanto una sonrisa como una reflexión sobre las complejidades del anteponer el amor o la amistad. Sin duda, una experiencia enriquecedora.

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  24. Paula B. B. 1°Bachillerato C
    El jueves 8 de mayo fuimos a ver la obra de Shakespeare “Los dos Hidalgos de Verona”, en el Teatro de la Comedia.

    En general la representación me gustó mucho, sobre todo porque se entendía perfectamente y era muy fácil de seguir. Además, tenía muchos toques de comicidad, por ejemplo, con Lanza y el perro. También los temas que trata nunca envejecen, como el amor o la traición entre los amigos. Estos temas se siguen dando en la actualidad y son muy comunes en las historias.

    En relación con la obra, me ha sorprendido que el vestuario era bastante casual para hacerlo más actual y también me ha llamado la atención la escenografía. Lo único que usaron fue una especie de pared donde iban proyectado si estaban en Milán o Verona o si era por la noche. Además, lo utilizaban a veces de balcón. Otra cosa que me gustó fue que cuando cambiaban de sitio (Milán o Verona), los actores se quedaban parados y otro los movía. Y cuando paraba la música empezaba la acción.
    En cuanto a la iluminación, me pareció muy gracioso cuando no querían mover la luz para alumbrar a Lanza.
    Los actores eran geniales, se les entendía muy bien y actuaban perfectamente. Además, algunos que tenían que hacer varios papeles de adaptaban muy bien. Me encantó Julia, porque era muy expresiva y enérgica. Y Goizalde Núñez, que interpretaba cuatro papeles, fue impresionante. Sobre todo me gustó cuando hacía de Lanza.

    La obra me gustó bastante, aunque el final no me terminó de convencer. Me parece que todo se resuelve muy rápidamente y se perdonan muy fácilmente. A pesar de eso, la disfruté.

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  25. Buenas tardes, soy Rodrigo Junquera y hoy tengo el placer de compartir una reseña sobre la obra “Los dos hidalgos de Verona”, a la que asistimos el pasado 8 de mayo en el Teatro de la Comedia, sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC).
    La función me pareció muy entretenida, ágil y cuidada en todos sus aspectos. Aunque Los dos hidalgos de Verona no es una de las obras más populares de Shakespeare, esta versión consigue “respetar” el texto con una puesta en escena moderna que no sacrifica el contenido ni el estilo del original. La obra consigue un equilibrio entre lo cómico y lo dramático, combinando momentos de humor con otros de fuerte carga emocional. A lo largo de la representación se exploran con claridad temas como la lealtad, el amor, la traición y la identidad, que están presentes en toda la obra de Shakespeare.
    Uno de los aspectos que más destacaría es precisamente la actualidad de los temas que trata. La tensión entre la lealtad y la amistad y el impulso amoroso es una experiencia humana universal. Incluso hoy, muchas personas se ven enfrentadas a dilemas similares en sus relaciones personales. El personaje de Proteo, que traiciona a su mejor amigo por amor (o deseo) hacia Silvia, plantea una cuestión incómoda pero muy real: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar para conseguir lo que queremos? Además, el personaje de Julia, que se disfraza de hombre para poder acercarse a su prometido y comprobar su fidelidad, toca cuestiones relacionadas con el género, la identidad y el disfraz como herramienta de poder y de observación, algo que resuena con problemáticas sociales muy actuales.
    En cuanto a la interpretación, los actores y actrices brillaron con un nivel de entrega y precisión muy destacable. Rebeca Matellán interpretó a Julia con una mezcla de ternura y determinación que capturó al público desde el primer momento. Alfredo Noval, en el papel de Proteo, logró mostrar la complejidad del personaje, oscilando entre el amor, la culpa y la ambición de forma muy convincente. Manuel Moya como Valentín ofreció una actuación sobria y carismática, aportando equilibrio al trío central. Goizalde Núñez, en el papel de la criada cómica Launce, fue sin duda una de las grandes revelaciones de la noche: sus apariciones arrancaban risas espontáneas en la sala, sobre todo por su expresividad, su manejo del ritmo cómico y su complicidad con el perro Crab, interpretado por un perro de juguete que se comportó de una manera bastante peculiar en escena, generando uno de los momentos más entrañables de la función.

    Personalmente mi actuación favorita fue la de Proteo, Alfredo Noval, con el cual me divertí mucho. Creo que era el que le daba ese toque cómico a la obra, y gracias a su intervención la obra se hace muy ligera y fácil de seguir. La escena que me gustaría recalcar como ejemplo de la brillante actuación de Noval sería la que llevan a cabo él y Turio cuando se ponen a cantar a Silvia una canción para intentar conquistarla.
    La escenografía fue simple pero eficaz. Con un diseño minimalista, permitió transformar los espacios con fluidez, desde la ciudad de Verona hasta la corte de Milán o el bosque donde se desarrolla el tramo final de la historia. El vestuario, moderno pero con ecos clásicos, ayudaba a crear un vínculo entre el contexto histórico de la obra y el presente del espectador. La iluminación jugó un papel fundamental para establecer los cambios de ambiente y enfatizar los momentos de tensión.

    En conjunto, esta representación de Los dos hidalgos de Verona fue una propuesta completa, madura y muy cuidada, que logró acercar una obra Shakespeare a un público moderno sin perder la esencia de su teatro. La combinación de talento actoral, dirección rigurosa y una puesta en escena accesible y bien pensada convirtió la función en una experiencia teatral muy disfrutable. Una excelente oportunidad para redescubrir esta comedia que, aunque menos representada que otras, tiene mucho que decir sobre las emociones humanas más profundas.

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  26. (2da parte)


    Tengo muchos aspectos que me parecieron muy interesantes en la obra, algunos no tan positivos como otros, empezaré por el único que no me agrado tanto:

    A comparación de” Don Gil de las Calzas Verdes”, obra que también vimos en el mismo teatro, y representada por la misma compañía de teatro. Hay que remarcar la pobreza del trabajo de escenario, mientras que en Don Gil de las calzas Verdes, teníamos una estructura que se podía entender como una casa desde dos lados (afuera y adentro), esta representación no tenía nada más que un muro de madera como único elemento del cual tenía que depender toda la obra. Por suerte, el departamento de efectos se aprovecho de este elemento para proyectar los escenarios, pero sigue siendo un detalle negativo a mencionar.

    Ahora con los aspectos positivos:

    Esta obra, es sin duda una gran adaptación modernizada de la original, el vestuario presenta un numero de disfraces modernos como smokings, chaquetas, mascaras de ski, además de elementos como pistolas, que por la época de Shakespeare no existían. Cabe recalcar en este apartado, que se me hizo muy interesante y creativo como al inicio, Proteo lleva un smoking con corbata roja, color el cual lleva Julia de traje. Mientras que Silvia lleva un traje de color azul como la corbata de Valentín. Sin embargo, después de que Proteo se enamorase de Silvia, en la siguiente escena se ve a este, con una corbata azul! Recalcando aun más, como ahora su amor se dirige hacia Silvia. Un elemento que me gusto mucho por ser tan sutil, y a la vez tan fuerte.
    Otro elemento de la adaptación que me hizo mucha gracia fue la ausencia del perro en la obra.
    En la obra original escrita por Shakespeare, “Los Hidalgos De Verona” contiene la aparición de un perro, un perro de verdad, el cual sigue a la sirviente de Proteo, Lanza. Sin embargo, dado que el equipo no se pudo hacer con un perro de verdad (puede o haber sido hecho adrede). En vez, se le añade al personaje de Lanza, varios momentos cómicos donde esta rompe su personaje y a su vez rompe la cuarta pared para tratar de simpatizar con el público, explicando cómo no tenían el presupuesto para tener un perro de verdad, entrando poco a poco en un delirio mental. Me pareció un detalle muy cómico y creativo por parte del equipo que hizo la adaptación que le da a la actriz que hacía de Lanza una especie de bipolaridad donde tiene su propio monólogo cómico.
    Finalmente tengo que remarcar la eficacia de aquellos actores que le tocaron más de un papel dentro de la obra, estos siendo: Goizalde Núñez, Prince Ezeanyim y Antonio Prieto. No tengo mucha idea de cómo son es el “detrás de escenario” en obras como estas, pero me pareció que estos tres actores fueron muy eficaces a la hora de llevar a cabo su cambio de trajes, porque no eran disfraces que se pareciesen entre sí, muchos de los disfraces pasaban de ser un traje para hacer ejercicio, a un traje informal, a un smoking, a un disfraz completo de ladrón. Disfraces los cuales tardas tiempo en ponerte, también, había una gran diferencia de carácter ofrecida por estos actores, lo cual hacia parecer como si fuesen actores diferentes.

    En resumen, ver “Los Dos hidalgos de Verona” fue otra experiencia muy buena que me gustó tanto, si no incluso más que como cuando fuimos a ver “Don Gil de las Calzas Verdes”.

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  27. Juan Beteta Revenga, 1º de Bachillerato A
    Asistí al teatro el jueves 8 de mayo a las 20 h.

    Cuando nos dijeron que íbamos a ver Los dos hidalgos de Verona, no tenía muchas expectativas. Sabía que era una comedia de Shakespeare, pero no la conocía bien, y pensaba que sería una obra difícil de seguir, con un lenguaje muy antiguo o que me costaría entender los chistes. Pero fue todo lo contrario. Me sorprendió lo cercana que resultó la historia, lo bien que conectaba con temas actuales, y sobre todo, lo mucho que me entretuvo durante toda la función.

    La historia gira en torno a dos amigos de Verona, Valentín y Proteo. Todo empieza como una amistad fuerte y sincera, pero la trama se complica cuando aparece Silvia, una joven noble de la que ambos terminan enamorados. El conflicto principal surge cuando Proteo, que está comprometido con Julia, se enamora de Silvia y traiciona tanto a ella como a su mejor amigo. Aunque puede parecer una historia exagerada, en realidad refleja bastante bien cómo el deseo, los celos y la ambición pueden llevar a las personas a actuar mal, incluso con quienes más quieren. Eso es algo que sigue pasando hoy en día, aunque de formas distintas.

    Una de las cosas que más me llamó la atención fue cómo los personajes cambian a lo largo de la obra. Proteo, por ejemplo, empieza siendo alguien que parece honesto y fiel, pero cuando se deja llevar por lo que siente, se vuelve egoísta, manipulador e incluso cruel. Aunque al final se arrepiente y pide perdón, el daño ya está hecho. Me pareció un personaje muy humano, porque no es completamente bueno ni completamente malo, sino alguien que comete errores grandes y luego intenta corregirlos, aunque no siempre le salga bien.

    Por otro lado, el personaje de Julia me pareció muy admirable. No solo porque es valiente y se atreve a salir sola disfrazada de hombre para seguir a Proteo hasta Milán, sino por la forma en la que enfrenta lo que descubre. En vez de reaccionar con rabia, gritos o violencia, lo asimila, sufre y luego decide perdonar. Me hizo pensar en lo difícil que es, en la vida real, perdonar a alguien que te ha fallado. No sé si yo lo habría hecho, pero creo que en la obra está presentado como una muestra de humanidad, no como una debilidad.

    Una de las cosas que más disfruté fue el personaje de Lanza, la criada de Proteo. Me pareció muy gracioso y creativo cómo usaron la falta de un perro real (que en la obra original sí aparece) como una oportunidad para introducir humor. La actriz rompía la cuarta pared hablando directamente al público, explicando que no tenían presupuesto para el perro, y poco a poco entraba en un monólogo delirante que fue uno de los momentos más divertidos de toda la representación. Fue un ejemplo muy bueno de cómo sacar partido de una carencia técnica para darle personalidad a una escena.

    También me gustó mucho el personaje de Lucetta, la criada de Julia. No solo porque aportaba frescura a las escenas en las que aparecía, sino porque, igual que Lanza, también rompía la cuarta pared en ciertos momentos y conseguía conectar con el público a través del humor. Me pareció que su papel estaba muy bien medido, ya que servía como contrapunto cómico pero sin hacer que la escena perdiera fuerza. Además, tenía una energía muy distinta al resto del reparto, lo cual hacía que cada vez que entraba en escena captara la atención del público.

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  28. Segunda parte

    La escenografía era bastante simple, pero eso no le quitó valor a la obra. Más bien al contrario, con pocos elementos, como un muro de madera y algunos objetos clave, y sobre todo con una iluminación muy cuidada, consiguieron crear distintos espacios de forma creíble. Por ejemplo, las escenas del bosque estaban muy bien logradas gracias a las luces más oscuras y los sonidos ambientales. Me parece que a veces menos es más, y aquí se demostró.

    También me gustó mucho el vestuario. Aunque la obra es del siglo XVI, los personajes iban vestidos con ropa más moderna: trajes, corbatas, incluso máscaras de esquí. Al principio pensé que podía chocar, pero en realidad funcionaba muy bien. Era una forma de recordarnos que, aunque el texto sea antiguo, los sentimientos y las situaciones que se presentan siguen ocurriendo. Además, hubo detalles muy sutiles, como el cambio de corbata de Proteo: al principio llevaba una roja, igual que el traje de Julia, y más tarde, cuando se enamora de Silvia, aparece con una corbata azul, que es el color del vestido de Silvia. Me pareció un detalle pequeño pero muy bien pensado, que mostraba el cambio de su afecto sin necesidad de palabras.

    Otro aspecto que me impresionó fue la capacidad de algunos actores para interpretar varios personajes. No es algo fácil, porque no solo cambia el vestuario, también cambia la forma de moverse, de hablar, de estar en el escenario. Y todos esos cambios se hacían muy rápido, casi sin que te dieras cuenta. Me pareció una muestra clara del buen nivel que tiene esta compañía.

    La interpretación en general fue muy buena. Todos los actores sabían lo que hacían, pero quiero destacar especialmente a los que interpretaban a Valentín, Proteo, Lanza y Lucetta. Valentín me transmitía una honestidad muy creíble, y en los momentos de traición se notaba la decepción sin que hiciera falta exagerar. Proteo supo mostrar muy bien su evolución, de joven enamorado a traidor arrepentido. Y Lanza y Lucetta fueron clave para que la obra no perdiera el tono de comedia, haciendo reír al público sin caer en lo absurdo.

    Salí del teatro con una sensación muy buena. Me reí, reflexioné, y sobre todo entendí por qué Shakespeare sigue siendo tan actual. Porque no habla solo del amor en un sentido romántico, sino de las emociones humanas en general: el miedo, los errores, el perdón, la lealtad. Todo eso está presente en esta obra, y eso la hace especial. Me ha animado a tener más interés por el teatro clásico, y ojalá podamos ver más obras como esta durante el curso. Ver una representación así hace que la literatura se sienta viva y no solo como algo que está en los libros.


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